Fotografía a un nuevo nivel. Esta es la carta de presentación de Matt Molloy, un fotógrafo canadiense que ha conseguido dar un toque muy especial a sus imágenes gracias a la especial interpretación que hace del cielo. Vivir a orillas del lago Ontario, al este de Toronto, le ha permitido contemplar a diario puestas de sol brillantes y cielos llenos de nubes que ha trasladado magistralmente al ámbito fotógrafico.
Molloy lleva tres años capturando el paisaje que le rodea. Un día comenzó a experimentar con secuencias detime-lapse, congelando cientos de imágenes en las que contemplaba el movimiento del sol y de las nubes en el cielo. Posteriormente, las compiló digitalmente para obtener como resultado fotos que revelan cambios de color y forma que recuerdan a pinceladas pictóricas.
El efecto que logra es como de un cepillo, de un cielo que está en movimiento. Para componer una fotografía utiliza entre 100 y 200 fotos. El número de imágenes que usa depende de varios factores tales como las condiciones metereológicas, la nubosidad o si el objeto que fotografía está en movimiento o es estático.
"A veces las nubes se mueven rápido y hay un montón de ellas. Si compilo demasiadas fotos de un time-lapse de esas características, lo que obtengo es realmente un desastre, un cielo desordenado", asegura Molloy.Una técnica que se ha convertido casi en una adicciónya que el fotógrafo reconoce que si un día no dispara un time-lapse, al día siguiente probablemente realice dos.
Apunta que lo interesante de este tipo de fotografía es el proceso de experimentación ya que nunca se sabe qué efecto se va a conseguir al final. Parece fácil pero esta técnica requiere mucha disciplina para lograr una foto tan armónica como las de Molloy, ya que como él dice puede ser que algunas veces lo que obtengamos al montar el time-lapse sea, simplemente, un desastre. Si te quieres iniciar en el time-lapse, te recomendamos un post que escribimos hace tiempo en Album.es.
